Los criterios de gasto de los ayuntamientos no siempre están claros; no, al menos, si lo que se espera de ellos es que promuevan la cultura inteligente para así gozar todos de una sociedad más libre. Esta carta al lector, a la que he llegado por mediación de Iwetel, denuncia uno de esos casos:
«En el barrio de Aluche existe una biblioteca municipal que aparentemente se encuentra terminada. La construcción del edificio finalizó hace varios meses y los detalles de la fachada y del interior están terminados. Incluso cuenta con iluminación nocturna. Sin embargo, para poder abrirla al público faltan algunos detalles como el personal, el mobiliario y los libros. Por el momento, el Ayuntamiento de Madrid ya ha anunciado en la comisión de las Artes del mes de septiembre que la previsión es que la biblioteca no pueda ser dotada de todos estos elementos hasta dentro de ocho o nueve meses.
Se preguntarán cómo es posible que el Ayuntamiento de Madrid tenga tan mala organización y previsión como para no poder equipar un edificio público para ponerlo en marcha una vez construido. Lo cierto es que sí existía una previsión. De hecho, el Ayuntamiento destinó dos partidas en los presupuestos de este año para poder abrir la biblioteca 'Ángel González' en 2009. Una de ellas era de 1.349.810 euros para la construcción y otra de 1.166.000 euros para la puesta en marcha. ¿Dónde ha ido a parar este dinero? ¿Por qué no se ha invertido en la biblioteca?»
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