14 diciembre 2005
Leer y escribir una fiesta a compartir
¿Cuantas razones habrá para leer y cuantas más para escribir?. Hay tanto dicho y escrito sobre esto, los elogios a la lectura hay por montones, cada lector-escritor, tiene mucho que decir al respecto, pero el origen de ambas acciones está sin duda la emoción, ya sea libre o impuesta, pero que en la práctica nos permite liberar la mente y el corazón.
Sin duda para que esta emoción se avive en la mente del hombre-mujer-niño, tendrá que transformarse en una fiesta, a si lo han creído algunas bibliotecas como la Alianza Francesa
Victoria Fernández, directora de la Revista CLIJ nos cuenta sus “33 razones para leer y más”: "Para vivir más, Para detener el tiempo, Para saber que estamos vivos, Para saber que no estamos solos , Para saber , Para aprender , Para aprender a pensar, Para descubrir el mundo, Para conocer otros mundos, Para conocer a los otros, Para conocernos a nosotros mismos, Para compartir un legado común, Para crear un mundo propio, Para reír, Para llorar, Para consolarnos, Para desterrar la melancolía, Para ser lo que no somos, Para no ser lo que somos, Para dudar, Para negar, Para afirmar, Para huir del ruido, Para combatir la fealdad, Para refugiarnos, Para evadirnos, Para imaginar, Para explorar, Para jugar, Para pasarlo bien, Para soñar, Para crecer".
Agregaría a la lista; para ser más humildes, para conocer nuestros límites y fortalezas, para compartir los logros de los demás, para compartir nuestros logros con los demás, para aprender a amar, para compartir el concepto nosotros, para creer….
Claro que también se puede leer otras cosas, además de los libros: las manos, los ojos, los colores y las formas, todo vale si se lee con el corazón, o se escribe con cariño, a través de las manos, con colores y formas y se lee con los ojos del alma.
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