Un micro cuento para una gran pena...
LA JOVEN DEL ABRIGO LARGO por Vicente Huidobro
Cruza todos los días la plaza en el mismo sentido.
Es hermosa. Ni alta ni baja, tal vez un poco gruesa.
Grandes ojos, nariz regular, boca de fruta madura que azucara
el aire y que no quiere caer de la rama.
Sin embargo, tiene un gesto amargado y siempre lleva
un abrigo largo y suelto. Aunque haga un calor excepcional.
Esa prenda no cae jamás de su cuerpo. Invierno y verano,
más grueso o más delgado, siempre el sobretodo como
escondiendo algo. ¿Es que ella es tímida? ¿Es que tiene
vergüenza de tanta calle inútil?
¿Ese abrigo es la fortaleza de un secreto sentimiento de
inferioridad? No sería raro. Por eso tiene un estilo
arquitectónico que no sabría definir, pero que, seguramente,
cualquier arquitecto conoce.
Tal vez tiene el talle muy alto o muy bajo, o no tiene
cintura. Tal vez quiere ocultar un embarazo demasiado largo,
de algunos años. O será para sentirse más sola o para que
todas sus células puedan pensar mejor. Saborea un recuerdo
adentro de ese claustro lejos del mundo.
Acaso quiere sólo ocultar que su padre cometió un
crimen cuando ella tenía quince años.
(En:Antología, edición de Eduardo Anguita. Santiago: Zig-Zag, 1945, p. 180. )
Fuente:Editorial Cuarto propio, En: Cien microcuentos chilenos. Juan Armando Epple (recopilador).
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