13 marzo 2008

Persistencia y amor en la enseñanza de la lectura



“Mi maestra Anne Mansfield Sullivan, trabajo conmigo casi un mes para enseñarme los nombres de una cantidad de objetos. Me los ponía en la mano, deletreaba los nombres con los dedos y me ayudaba a formar las palabras.
Pero yo no tenía la menor idea de lo que ella estaba haciendo. No sé que pensaba. Sólo tengo un recuerdo táctil de mis dedos haciendo esos movimientos y cambiando de una posición a otra. Un día me dio una taza y deletreo: A-G-U-A.
Dice que mi expresión fue de perplejidad. Yo confundía las dos palabras, y deletreaba “taza” por “agua” y “agua” por “taza”.
Al fin me enfadé, por que la Señorita Sullivan seguía repitiendo las palabras una y otra vez. Desesperada, me llevó a donde estaba la bomba de agua cubierta de hiedra y me hizo sostener la taza bajo el grifo mientras ella bombeaba.
En la otra mano me deletreo A-G-U-A enfáticamente. Yo me quedé inmóvil, todo mi cuerpo y mi atención fijos en los movimientos de sus dedos. Mientras el agua fría me corría por la mano, experimenté de repente una extraña agitación en mi interior, una conciencia brumosa, una sensación de algo recordado. Fue como si hubiera vuelto a la vida después de estar muerta.” Helen Keller. En. Pp.44-45.”El espíritu creativo”. Daniel Coleman.2000.

3 comentarios:

Monica Sulecio de Álvarez dijo...

Hola, Mariela.

Me identifiqué mucho con esta entrada. Como educadora estoy convencida de la importancia de que el aprendizaje sea significativo para quien aprende, que tenga sentido para él/ella, y por supuesto, que parta de su experiencia, emociones y conocimientos previos.

La lectura es de lo más abstracto que hay para un niño o una niña en edad preescolar. Esas "patitas" negras sobre las hojas no tienen mucho sentido por sí solas. No obstante, sí pueden empezar a tenerlo cuando desde muy pequeñitos han formado parte de las actividades y juegos diarios, y a través de la interacción con ellas, han pasado a formar parte de la experiencia asociadas a nombres, descripciones, acciones y afectos.

Gracias por compartir este fragmento. Has despertado mi interés por este libro de Goleman pues la creatividad es otro tema que me apasiona.

Un abrazo, Mónica

Daniel Martín Castellano dijo...

Gracis Mariela. Me ha encantado el fragmento. Nos gusta repetir lo que nos resulta agradable, lo que entendmos y lo que aporta anclajes emocionales: pasear por un lugar determinado a unas horas, comer un plato de macarrones con salsa de calabacinos y gambas o hacer el amor. Así es la lectura como paserar por un lugar...

Mariela Ferrada dijo...

Hola amigos
Mónica, gracias por la "Sensatez y el sentimiento" en tu práctica cotidiana de animar a leer y de leer.
Dani, que ganas de hacer todo eso que dices, la lectura gourmet-apasionada :-)