'Que le contó la muralla al bosque' es el título de la historia con la que construyeron su proyecto de arquitectura, Juan Antonio y Paloma, estudiantes de Arquitectura de Granada, ambos se declaran amantes de la lectura. Su diseño se convirtió en un lugar para soñar, dentro de un entorno de ensueño, el bosque de la Alhambra.
El proyecto fue el ganador del concurso ibérico -era para estudiantes de España y Portugal- que proponía Pladur. El objetivo del concurso incluía el uso innovador de las placas de pladur, las finas láminas blancas empleadas para hacer estanterías. Con este material había que diseñar un punto de lectura en un espacio público, donde pudieran leerse u oírse cuentos. En Granada, este lugar mágico tenía que ser la Alhambra. Se fijaron en el bosque porque es un lugar de acceso público y encontraron una pequeña construcción escondida entre los árboles en el que ubicar el pabellón principal.
«La muralla solía contarle al bosque las historias que había vivido a lo largo de sus casi ocho siglos de vida...». Así empieza el primer capítulo del 'cuento' En el cuento, el bosque le propone a la muralla un trato: Ella podría sustituir algunas de sus piedras por libros y él le ofrecería espacio entre sus árboles para poder disfrutar esas historias.
Así construyen los muros de 'piedras blancas' -cada una es una placa de pladur- en los que se albergarán los libros y buscan un sentido a los distintos puntos de lectura que distribuyen por todo el bosque.
Fuente:María Victoria Cobo.(23.06.08) "Arquitectura de un cuento"En:Ideal.es
El proyecto fue el ganador del concurso ibérico -era para estudiantes de España y Portugal- que proponía Pladur. El objetivo del concurso incluía el uso innovador de las placas de pladur, las finas láminas blancas empleadas para hacer estanterías. Con este material había que diseñar un punto de lectura en un espacio público, donde pudieran leerse u oírse cuentos. En Granada, este lugar mágico tenía que ser la Alhambra. Se fijaron en el bosque porque es un lugar de acceso público y encontraron una pequeña construcción escondida entre los árboles en el que ubicar el pabellón principal.
«La muralla solía contarle al bosque las historias que había vivido a lo largo de sus casi ocho siglos de vida...». Así empieza el primer capítulo del 'cuento' En el cuento, el bosque le propone a la muralla un trato: Ella podría sustituir algunas de sus piedras por libros y él le ofrecería espacio entre sus árboles para poder disfrutar esas historias.
Así construyen los muros de 'piedras blancas' -cada una es una placa de pladur- en los que se albergarán los libros y buscan un sentido a los distintos puntos de lectura que distribuyen por todo el bosque.
Fuente:María Victoria Cobo.(23.06.08) "Arquitectura de un cuento"En:Ideal.es