Cuentos a la carta: Un tarot para inventar historias Por Mario Aller Vázquez
El semicírculo era la colocación ideal para reunirnos en el suelo. Los cuentacuentos se colocaban frente a los demás, de pie o sentados en una silla, con el deseo de expresarse y la sensación íntima de poder hacerlo libremente. Había también algunos consejos imprescindibles: un cuento breve con un inicio insólito, una intriga original y un desenlace asombroso y sorprendente. Pero eran consejos, no imposiciones.
Los primeros cuentos fueron inventados mientras decoraban todos los mazos de naipes que se necesitaban, una tarea previa de la que ya he hablado antes. Esas creaciones iniciales se realizaron de un modo casi instintivo y espontáneo, sin que todavía poseyeran un buen conocimiento del nuevo tarot.
En las cartas no había ningún sentido particular u oculto, simplemente debían reconocer en ellas algún significado[...] En la Invención de historias
Alojado en el proyecto QuadraQuinta felicidades por su trabajo desinteresado.
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