10 enero 2008

LA VOZ, LA PALABRA:UNA FIESTA EXPRESIVA

[...] En las que llamamos Literatura Infantiles, LA LECTURA está presente con toda la carga emocional de juego y apropiación de la realidad, desde los albores del uso de la LENGUA, desde la ORALIDAD.

La literatura primera, la literatura oral, vestida rítmicamente en rimas, juegos, poesías, canciones, cuentos, está desde un comienzo estimulando la imaginación, sentando las bases del contagioso deseo de seguir leyendo la realidad. Sí, de seguir, porque leemos primero las formas, los colores, los perfumes, los gestos, las miradas, en todo el espacio cósmico personal para pasar de las representaciones fónicas a las gráficas junto al dominio de la mano y al uso del espacio plano de la hoja.

Esas primeras expresiones literarias que hoy llamamos literaturas familiares, esas primeras palabras tan necesarias para la formación del marco conceptual-expresivo de cada niño, son como piezas de un rompecabezas. Si alguna se pierde o no se afianza, desde lo sonoro primero, desde lo gráfico después, se habrá perdido la posibilidad de ser entendido y de entender; algún “ladrillo” faltará y ese espacio vacío será un espacio difícil de llenar.

La palabra nos rodea, la oímos, la vemos, la tocamos, en las cosas, en los sueños, en los seres.
Las Literatura Infantiles ORALES, CERCANAS (propias del suelo de nacer), forman parte de un universo más grande como lo es el de LITERATURA POPULAR, Pero, lamentablemente, aún hoy, en uno u otro caso, se le presta menor atención que a la denominada “LITERATURA CULTA”, LITERATURA EN GENERAL.

La lengua propia, la familiar, configura la BASE del accionar cotidiano, por eso desde la niñez y para ella, es necesario revalorizar el contenido y los alcances de la LITERATURA INFANTIL; es decir, tener en cuenta su verdadera utilidad comunicacional como fuente de cultura en la que cada palabra puede, con encanto y magia, tener carácter sensual, evocador y sonoro.

Para que esto sea realmente un logro que no quede en falsos deslumbramientos, se deben propiciar continuos y valiosos ejercicios y juegos de estimulación sonora en un coordinado plan de destrezas de complejidad creciente, enlazando. tratamiento visual, rítmico y coloreado, con nutrida percepción, ampliación de vocabulario, interacción socio-espacial, organización lingüística, expresividad gestual.

Sonidos, formas y sentidos, en ágil y acertado ejercicio de LENGUAJE ORAL, producirá una verdadera FIESTA DE PALABRAS con una impronta personal donde se habrán relacionado: SENTIMIENTO – PENSAMIENTO y EXPRESIÓN y donde la voz, los labios, la articulación y los gestos permitirán decir lo que se quiere, decir para ser parte de la sociedad, para ser comprendido, para alcanzar un verdadero SER SOCIAL.[...]

ALGUNOS EJERCICIOS PARA TENER EN CUENTA

Percepción de sonidos desde diferentes ángulos y distancias.
Percepción y realización de prácticas socio-relacionantes, desde los gestos y las exclamaciones.
Reconocimiento de voces escondidas.
Ejercicios de silencios con escucha de ritmos y melodías asociadas a sonidos de la naturaleza conocidos por el niño.
Todo tipo de juegos sonoros unidos a formas y colores.
Percepción y ubicación de onomatopeyas ( Relaciones con personajes conocidos por el pequeño).
Juegos con ecos.
Percepción de relaciones sonoras cercanas y lejanas; interpretaciones gestuales y con la voz. Imitar, alargar o acortar sonidos.
Completar expresiones como: -¡Uno...!, ¡dos...! y............!
Sonidos graves, agudos, suaves, observando imágenes conocidas y con relaciones apelativas.
Enfatizaciones.
Reiteración de un mismo elemento sonoro y asociación con otro.
Observación e interpretación de imágenes abiertas a más de una interpretación.
Ilusiones “engaño-perceptuales”.
Juegos de complementación; completar con palabras una serie de imágenes narrativas pues todo significado seriado presupone un orden y todo ordenamiento tiene significado basado en recuerdos, experiencias, proximidades, semejanzas, cierres.
Sonorizar, reconocer y decir en constante multiplicidad semántica.
Fuente: Extracto de texto publicado en: Revista LA OBRA - Buenos Aires – 2.003.
Por: Prof. María del Carmen Villaverde de Nessier. Docente investigadora de la Universidad Nacional del Litoral. Experta en Literatura Infantil, Lectura y Teatro. Escritora- narradora.

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