17 mayo 2006

Inventar historias con el tarot

Bueno eso de inventar cosas a la gente con el Tarot ya se sabe, pero animar a la lectura es otra cosa, veamos la propuesta de nuestro clarividente amigo Mario Aller.

[...] Empezamos a echar las cartas bien pronto. La experiencia tenía un marcado carácter colectivo, que requería un determinado número de mazos de naipes para conseguir la agilidad que todo juego demanda. Por esa razón, el alumnado coloreó un buen montón de cartas, y al mismo tiempo que las descubrieron, nacieron con ellas las primeras narraciones.
El semicírculo era la colocación ideal para reunirnos en el suelo. Los cuentacuentos se colocaban frente a los demás, de pie o sentados en una silla, con el deseo de expresarse y la sensación íntima de poder hacerlo libremente. Había también algunos consejos imprescindibles: un cuento breve con un inicio insólito, una intriga original y un desenlace asombroso y sorprendente. Pero eran consejos, no imposiciones.
Los primeros cuentos fueron inventados mientras decoraban todos los mazos de naipes que se necesitaban, una tarea previa de la que ya he hablado antes. Esas creaciones iniciales se realizaron de un modo casi instintivo y espontáneo, sin que todavía poseyeran un buen conocimiento del nuevo tarot.
En las cartas no había ningún sentido particular u oculto, simplemente debían reconocer en ellas algún significado[...] En la Invención de historias

Alojado en el proyecto QuadraQuinta felicidades por su trabajo desinteresado.

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